El "Solitario George", un emblema durante más de 100 años en las Islas Galápagos (Ecuador), murió ayer sin dejar descendencia. Así se llevó la historia de una especie: fueron en vano los intentos de que  tuviera crías. El cuerpo de la tortuga gigante, única en su tipo, será embalsamado y  permanecerá en el Parque Nacional Galápagos.